El período analizado es el cuarto trimestre de 2022, año en el que Argentina cerró con un déficit primario (excluido el servicio de la deuda) de 2,4% del producto interno bruto (PIB), un exceso de una décima considerando que la meta acordada era de 2,5%. .
Para 2023, la meta de déficit primario es de 1,9%, un año marcado por varias condiciones que el gobierno argentino intenta plantear en discusiones en Washington, como el impacto de la sequía en los cultivos agrícolas y posteriormente en el ingreso de divisas, así como la continuación del conflicto entre Rusia y Ucrania con consecuencias en los precios de la energía y los costes de transporte y logística.
Rubinstein y Madcur participaron en reuniones con equipos técnicos del FMI a principios de febrero, las cuales se desarrollaron en un formato híbrido ya que el jefe de delegación Luis Cubeddu mantuvo contacto remoto.