Ausencia de certificación uniforme a nivel nacional madera estructural obliga a «elevar el listón» en el nivel de demanda de Construcción de viviendas con este material de acuerdo a los estándares internacionales.

Así lo señaló Télama Ingeniero forestal Martín Sánchez Acosta, investigador INTA Concordiaquien alertó de los riesgos de realizar construcciones que no se correspondan con las medidas y calidad de países de referencia como Canadá o Suecia, además de insistir en que se debe avanzar en el etiquetado para evitar confusiones tanto a constructores, consumidores como a las propias autoridades .

“El vendedor no sabe lo que vende, el comprador no sabe lo que compra y el gobierno no sabe qué controlar”.Sánchez Acosta resumió la situación derivada de la falta de uniformidad de criterios concluyendo que «hasta que no se estandariza la cadena con una etiqueta, es imposible hacer las cosas bien».

El investigador del INTA enfatizó que “si no hay un abasto de materia prima que se pueda aprovechar, difícilmente se puede contagiar para que la gente construya con madera”, y recomendó que exista una normativa que imponga “cámaras de igualdad” en el sector maderero. etiquetado, «como en el caso de los Estados Unidos, donde el etiquetado no es una función del estado sino de la American Plywood Association (APA).

En ese sentido, evaluó que podría ser una tarea en Argentina Federación Argentina de Industrias de la Madera y Afines (Faima).

Al respecto, comparó la situación con la de otros materiales de construcción, poniendo como ejemplo que “el metal está estandarizado desde La Quiaca hasta Ushuaia, pero con la madera es difícil y en esa confusión muchas veces lleva a la compra de productos que son no las adecuadas, porque cierto tipo de madera puede ser apta para muebles pero no para vivir”.

“Lo mismo sucede con las vigas laminadas, que algunos ponen por fuera, se desprenden y le echan la culpa al producto, cuando en realidad es para interiores, confusión que nadie debería tener, por ejemplo, con pintura sin látex”, dijo. . .

Con una dilatada trayectoria, Sánchez Acosta se graduó como Ingeniero de Montes en la Universidad Nacional de La Plata, en 1982 se doctoró en Tecnología de la Madera en la Universidad de Valladolid y tras su paso por el disuelto Ifona (Instituto Nacional Forestal) durante dos años. Trabajó en el INTA durante décadas, trabajando la madera desde la genética hasta su aplicación en diversos campos.

“Desde 2007 tenemos contrato con Canadá, donde estamos capacitados y el estándar de construcción es el habitual, al punto que el 95% de las casas son de madera”, declaró. Con ese punto de partida, “estamos acostumbrados a trabajar con una caña de calidad”, dijo.

“Aprendimos la filosofía de cómo construir y es muy sencillo si tienes un manualtodo depende de eso”, afirmó, afirmando que una correcta certificación soluciona los problemas: “en el mundo los constructores no conocen la madera, pero no hay confusión a la hora de elegir los materiales, porque se basan en la clasificación, cosa que no ocurre en Argentina, donde tienes que preguntarle al vendedor, qué tipo de madera estás comprando y confiar en lo que te dice”, señaló.

“Nuestro apostolado es trabajar según la normativa, si no, no las consideramos casas”, dijo, refiriéndose a ciertos aspectos constructivos que, aún sin certificación general, permiten construir viviendas de calidad.

Oh, era estricto que las dimensiones de los montantes en las paredes debían ser de 2 por 4 pulgadas y cuestionó que -precisamente por la falta de marcaje- «en muchos casos se utiliza madera de 1 x 2, no podemos considerarlo una casa».

Con base en ese criterio, advirtió que «no se puede saber cuántas casas se han construido en el país», y señaló que si las estructuras no cumplen con el criterio de 2 x 4, «por más lindas que sean, no digas que son casas, en todo caso son estructuras precarias».

La diferencia entre las dos medidas dadas para los postes es fundamental para determinar la durabilidad de la estructura y su resistencia a la intemperie, como el propio Sánchez Acosta puede poner como ejemplo en INTA Concordia: «Hubo un tornado que se llevó un remolque y hasta un camión, pero tenemos casas de madera de dos pisos, que lo llevaron sin problema”, dijo.

“Entre Ríos, por ejemplo, pone un alto estándar” en las condiciones que debe cumplir una casa de maderaseñaló, pero al mismo tiempo afirmó que los criterios no son uniformes en todo el país.

En ese sentido, indicó que otro de los problemas radica en los problemas de coordinación entre las leyes nacionales y provinciales con los códigos y licitaciones municipales, en los que muchas veces las directivas no se traducen en realidad.

En cualquier caso, la norma ya existente aplicada en los planes de vivienda ofrece una ventaja para la construcción en madera, ya que tiene una mejor eficiencia energética que la construcción húmeda tradicional.

“Los Planes Nacionales de Vivienda Social contienen una serie de pautas que se deben cumplir, una de ellas es el etiquetado energético de las viviendas. en las que se exige como mínimo la clasificación B, un nivel difícil de conseguir en albañilería, pero mucho más fácil y económico de conseguir en casas de madera”, apunta.

CFO en Interconsulting S.A
¡Hola! Mi nombre es Ana Sanchez y soy un apasionada del mundo de las finanzas. Desde muy joven, me interesé por entender cómo funcionan los mercados y cómo puedo ayudar a las personas a tomar decisiones financieras inteligentes. Después de estudiar en la Universidad de Buenos Aires y trabajar en el sector financiero por varios años, decidí compartir mis conocimientos y experiencia con el mundo a través de este blog.
Ana Sanchez

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