6 de agosto de 1971

“Electrum” N° 314 

CON EL DEDO EN LA LLAGA:

RUCCI Y SUS DISCIPULOS 

Amplia difusión ha tenido en todo el país, la resolución adoptada por un grupo minoritario del nucleamiento de las “62 Organizaciones de Córdoba”.

Esta resolución fija como norma fundamental la no realización de paros activos en nuestra ciudad. Textualmente la prensa ha dicho: “No se deben concretar paros y huelgas de carácter activo o no, por la sola inquietud de combatir, sino que para llegar a medidas de fuerza deben suscitarse conflictos que las justifiquen plenamente”. Esta aseveración del grupo minoritario fue puesta en boca del ex Presidente Perón, como pronunciada recientemente en Madrid ante algunos dirigentes cordobeses que lo visitaron.

Evidentemente que nadie puede dar fe, salvo los interesados en la realidad de esas expresiones.

Por otra parte y especialmente en Córdoba han sido las bases sindicales quienes han resuelto la totalidad de las medidas de acción directa aplicadas con toda justicia hasta la fecha. 

 

AVENTURADA AFIRMACION

Lo que en realidad sucede, y de allí la amplia difusión dada a esta especie de proclama antiparo, es que los dirigentes del grupo minoritario, están muy acostumbrados a ligarse a los intereses del oficialismo y en este momento están nuevamente ligados a los planes oficiales de “pacificación” de Córdoba.

Pacificación que no está prevista sobre la base de la solución adecuada a los problemas de la clase trabajadora y demás sectores populares, sino a que la población laboriosa acepte mansamente el estado de cosas por el que atraviesa nuestra ciudad y el país todo.

Pero lo más aventurado de la afirmación del grupo minoritario, está centrado en el hecho de tener que deducirse obligadamente, que todos o al menos un gran número de paros han sido ejecutados por la simple inquietud de combatir.

La simple inquietud de combatir o la gimnasia huelguística, como mejor gusta llamarla la reacción y las patronales, sólo tendría justificativo si los paros fueran una fiesta, se pagaran las horas y días de lucha, y en la calle, en lugar de palos, gases y balas, se repartieran caramelos.

Nosotros preguntamos a los pregoneros del carnerismo, ¿qué paro concretamente, se ha hecho en Córdoba que no tuviera profundas y acuciantes razones; qué paro se hizo por la “simple inquietud de combatir”?

Pero el interés del grupo minoritario, tanto como el de las patronales y el gobierno, esta en evitar futuros paros. Además un respaldo concreto que se avergüenzan en decirlo, es haber sido los promotores del levantamiento del paro del 28 de Junio, en repudio al 50 aniversario de la mal llamada Revolución Argentina, por la libertad de los presos sociales, estudiantiles y políticos y por la solución de innumerables problemas concretos que padece la Clase Trabajadora.

Como tuvieron un éxito de neto corte oficialista, con el levantamiento del paro el 28 de junio, ahora habrá que esperar que se hunda Córdoba por culpa del gobierno para considerar si se hace o no un paro activo.

LOS ADELANTOS DEL PARTICIPACIONISMO

Forman parte de este grupito minoritario, algunos dirigentes pertenecientes a conducciones que aceptaron formar parte del vergonzoso Consejo Asesor Económico y Social del tristemente célebre Gobernador del Cordobazo, Dr. Carlos Caballero.

Tal el caso de la dirección de los Empleados de Comercio. Uno de los gremios más sufridos, de menores salarios, donde pululan los recibos en blanco, donde reiteradamente se han producido problemas de copamiento de asamblea, etc.

Y también figura la dirección del gremio del Taxi, encabezada por Mauricio Labat, asiduo visitante de los despachos oficiales, de Córdoba y de Buenos Aires, que pocos días antes despachaba un telegrama de demagógica solidaridad con las comunidades cristianas que se hicieron presentes en el Arzobispado para protestar por tremendos problemas como el hambre que pasan por falta de trabajo o por miserables remuneraciones.

¿Cómo puede conciliarse “esa” solidaridad que, claro, no ha sido nada más que telegráfica, con esta declaración de no hacer más paros si no están debidamente “funda- mentados”?

Lo que pasa es que este grupo de dirigentes minoritarios constituyen los adelantos del participacionismo en Córdoba. Están ahí los mismos que pretendían amparar al traidor Lozano contra la rebelión de las bases de los trabajadores de FIAT que buscaban recuperar al SITRAC y SITRAM a una posición de lucha, después que ese patronal al igual que Italo Casanova mantenían a esos gremios en la pasividad y claudicación durante todo un quinquenio.

Pero los participacionistas en Córdoba no pasarán. En el mismo seno de las “62 Organizaciones” ya se han hecho conocer pronunciamientos de los Sindicatos más importantes condenando las maniobras y las expresiones de este grupo minoritario encargado de servir al régimen y a su tan mentado Gran Acuerdo Nacional. 

LOS DISCIPULOS DE RUCCI

Estos mismos dirigentes son los que mantuvieron varias reuniones con Rucci. Son de los que éste dijo que acatarían toda la política de la C.G.T. Central, que el pasado 26 de Julio se vieron acosados por la justa indignación de los trabajadores y tratados como traidores en Buenos Aires.

Del mismo Rucci que sostuvo que al Compañero Tosco y otros dirigentes el Gobierno los ponía presos para “promoverlos”.

Pero como ahora ya va corriendo el cuarto mes de prisión y aislamiento de nuestro Compañero y Rucci no puede seguir sosteniendo lo mismo, por lo sacrificado de la supuesta promoción, ahora dice, ante preguntas de los periodistas en Santa Rosa, La Pampa, tal como lo expresa el diario “La Opinión” del domingo pasado lo siguiente:

“Preguntado sobre la causa sobre la que Tosco está preso y él en libertad respondió el Sr. Rucci que es ‘porque si me meten preso se les crea un tremendo problema en el país. Si el gobierno quiere jugarse esa partida y me meten preso se les crea un tremendo escándalo, no en Córdoba, sino en todo el país, fundamentalmente en el gremio metalúrgico al que pertenezco.”

¿Será por eso, preguntamos nosotros, que el 26 de julio frente a la C.G.T. Central, todos los efectivos policiales, actuaron de la siguiente manera?

“Inmediatamente actuó la policía con varios carros de asalto, un hidrante y unos treinta hombres de la brigada antiguerrillera, que en pocos minutos despejaron las cercanías de la C.G.T.” (“La Prensa” 27-7-71). Rucci y sus discípulos también en alguna medida están presos del régimen, presas de su amparo, de su protección, como sucedió en el Luna Park y ahora en la C.G.T. Central.

La diferencia está en que unos padecen prisión y represión por defender los derechos de los trabajadores y del pueblo. Por combatir la política opresora del régimen dictatorial.

Y otros como Rucci y sus discípulos del grupo minoritario de las “62 de Córdoba” están presos de sus compromisos con los detentadores del poder, presos de la custodia del aparato policial, presos de una cárcel de la que jamás podrán salir: la de la claudicación, indignidad y  participacionismo.

UN COMPAÑERO

(Seudónimo de Tosco)