4 de Agosto de 1972

ELECTRUM N° 364 

Comunicado de Prensa 

Las vergonzosas negociaciones de Rucci, Coria y demás jerarcas, ante el problema de la Personería Gremial de la CGT Nacional. 

1-) Con la transitoria suspensión de la personería gremial a la CGT el régimen que usurpa el poder en el país avasalló una vez más a la Central Obrera, pretendiendo someter por esta vía al movimiento sindical encuadrándolo en los planes continuistas del denominado Gran Acuerdo Nacional.

El régimen trocó su anterior estímulo a los jerarcas encaramados en la CGT por una arbitraria intromisión en la vida interna de las organizaciones sindicales y esperó la respuesta.

2-) Previo al Congreso de la CGT la Clase Trabajadora y los sectores populares argentinos desarrollaron una intensa movilización y acciones combativas por sus reivindicaciones fundamentales: contra la carestía de la vida, en demanda de justos aumentos de salarios, en oposición a la reforma de facto de la Constitución Nacional, contra los estatutos proscriptos, por las libertades públicas y democráticas, y como cuestión principal inmediata por la derogación de la legislación represiva, contra las intimidaciones, secuestros y torturas, y por el levantamiento del buque-cárcel “Granadero”. En este aspecto y como repudio a la opresión y represión llevada hasta sus últimos extremos, los presos políticos, gremiales y estudiantiles, cumplieron 10 días de huelga de hambre, debiendo evacuarse la cárcel flotante por el agotamiento físico en que se encontraban los compañeros detenidos.

Las regionales de la CGT  de Córdoba, Tucumán, Santa Fe y Mar del Plata realizaron paros activos con la adhesión total de la población; el compañero Villalba, en Tucumán, pagó con su joven vida su militancia estudiantil. En otros lugares, como Malargüe (Mendoza) y General Roca (Rió Negro), la totalidad del pueblo se levantó contra los atropellos y arbitrariedades para defender sus sagrados derechos.

En tal situación de luchas generales de la clase trabajadora y del pueblo se realizó el Congreso de la CGT.

-¿Qué esperaron los trabajadores y en general todo el país de ese Congreso?

Esperaron un amplio debate de toda esa angustiosa problemática popular. Y sobre todo esperaron medidas concretas, expresadas en un Plan de Lucha Nacional,  para defender los derechos económicos, sociales y políticos de la Clase Obrera y del Pueblo.

3-) Rucci, Coria y demás jerarcas colaboracionistas, manipularon el Congreso de la CGT e hicieron aprobar a libro cerrado la Memoria y el Balance. Es que estos constituían en la práctica nada más que la triste historia de sus claudicaciones de burócratas, y de sus reiterados viajes turísticos a distintas capitales europeas.

Para dar una imagen de un supuesto enfrentamiento al régimen, transcribieron una declaración política partidaria, en la que los eternos claudicantes “amenazaron” con el ¡“cruento camino de la revolución violenta”!

Ante ello el régimen dictatorial ratificó su plan político reaccionario e incrementándolo con proscripciones a plazo fijo, aplicó las conocidas y arbitrarias sanciones a la CGT.

4-) Rucci, Coria y demás jerarcas entreguistas y amarillos, enterraron de golpe todas sus declaraciones. Quedaron espantados ante la verificación de los libros contables y en lugar de asumir la digna actitud de los dirigentes sindicales que defienden con honor a la Clase Trabajadora y a sus Organizaciones Gremiales, optaron por la mansedumbre de los cómplices y cobardes y se arrastraron de rodillas hasta Olivos y la Casa Rosada a ofrecer nuevas pleitesías y a mendigar nuevos factores a los detentadores del poder.

Sin ninguna consulta al movimiento obrero, sin convocar a los principales cuerpos orgánicos, negociaron y renegociaron la personería gremial de la CGT y hoy están sentados nuevamente en sus cómodos sillones con el reconocimiento “legal” que les otorga la dictadura.

La Clase Trabajadora seguirá con sus problemas, con sus sacrificios y sus luchas. Ellos estarán pensando como cometer nuevas trapisondas. Pero nadie olvidará jamás esta mancha ignominiosa que Rucci, Coria y sus adláteres han hecho sobre la Confederación General del Trabajo.

5-) Quienes estamos en prisión por participar de las justas luchas sindicales y populares; quienes por emitir nuestras ideas somos represaliados aún dentro de la propia cárcel; quienes desde adentro y desde afuera damos todo por construir una sociedad más justa y más humana; sabemos que más allá de la represión del régimen, más allá del continuismo del Gran Acuerdo Nacional, más allá de la penetración de los monopolios imperialistas que agobian a nuestro país, más allá de las vergonzosas negociaciones y claudicaciones de los burócratas colaboracionistas, como José Ignacio Rucci y Rogelio Coria, más allá de todo eso, están las fuerzas populares organizadas, sindicales, políticas, estudiantiles, campesinas, profesionales, sociales, del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo, de la Economía Nacional, etc., que cumplen su tarea histórica, con unidad de acción, con unidad en la lucha, cada vez más identificados en los grandes objetivos, y en los cuales tenemos una fe inquebrantable, porque así y a través de ello, inexorablemente se harán realidad los postulados de Justicia Social, Soberanía Popular y Liberación Nacional. 

Cárcel de Rawson, julio de 1972 

Agustín Tosco.