20 de Julio 1971
CUESTION - Periódico Quincenal
Buenos Aires, Cárcel de Villa Devoto, 13 de Julio de 1971
Compañeros y Compañeras
Trabajadores de Luz y Fuerza de Córdoba
Invitados especiales a la celebración del
Día del Trabajador de la Electricidad
Estimados Compañeros:
Es con gran emoción que en este día me dirijo a los trabajadores de Luz y Fuerza de Córdoba.
Hoy se celebra el Día del Trabajador de la Electricidad, y sé que todos se encuentran embargados de ese mismo estado de ánimo, por tratarse de una fecha, tan vinculada a la Historia, a la conciencia y a los sentimientos de la gran familia de Luz y Fuerza de todo el país.
Por segunda vez, no puedo estar físicamente entre todos Uds., para este memorable acontecimiento sindical.
En julio de 1969 me encontraba prisionero en la cárcel de Rawson (Chubut) condenado por los Tribunales Militares Especiales, creados por la dictadura de Onganía, como represalia por la participación en la justa lucha del glorioso primer Cordobazo.
En julio de 1971, me encuentro prisionero en la cárcel de Villa Devoto (Bs. As.), por decreto de la dictadura de Lanusse, como represalia por la participación en la justa lucha del glorioso segundo Cordobazo.
En ambas oportunidades, fui un protagonista más de la acción combativa de mi gremio, del movimiento obrero, y de los sectores populares, contra la política de regímenes usurpadores y reaccionarios, de los más retrógrados en Córdoba, de la regresiva y mal llamada Revolución Argentina.
Estoy seguro que cuando el pueblo, además de todos los padecimientos y persecuciones sufridos, recuerda el nombre y la gestión de Carlos Caballero y José Camilo Uriburu, vibra con la misma indignación y repudio que encendieron su coraje civil y su patriotismo, para expulsar a estos vergonzosos exponentes, de un régimen antipopular que históricamente es caduco.
Por toda una trayectoria general, de defensa de nuestros derechos de trabaja-dores, y de nuestros derechos de argentinos, de nuestros derechos de seres humanos, y en particular por las dos circunstancias señaladas, es que, ayer y hoy, la prisión me impide compartir con presencia corporal las horas de alegría que todos convivimos en este combativo Día de Luz y Fuerza.
A pesar de ello, estamos espiritualmente todos juntos.
Nada impide a mi imaginación sentirme aquí, en este acto, como un Compañero presente.
Nadie me puede quitar la voz cuando entonamos el Himno Nacional Argentino y la Marcha de Luz y Fuerza.
Nadie me puede sustraer de la venerada recordación que hacemos al Compañero Cristóbal Sierra y demás Compañeros y Compañeras fallecidas.
Nadie me puede obstaculizar, para que estreche la mano, y felicite a las Compañeras y Compañeros que cumplieron 25 años de servicio y abrazarlos efusivamente.
Nadie me puede excluir del patriótico homenaje que ofrecemos al Libertador Gral. San Martín. Y nadie nos hará olvidar como trabajadores y argentinos dignos, de aquella su sabia consigna: “Serás lo que debes ser, sino no serás nada”.
Este día, constituye entonces, para todos nosotros, una especial oportunidad de fortalecer todavía más, el compañerismo, la unidad y el espíritu de lucha que siempre han signado la conducta de los trabajadores de Luz y Fuerza de Córdoba.
Por todo ello, desde el cautiverio que me impone la arbitrariedad y la injusticia, pero sintiéndome entre Uds., y a modo de ratificar y ampliar todas las posiciones asumidas hasta el presente, manifiesto y pongo a consideración:
1) Los trabajadores de Luz y Fuerza de Córdoba, conjuntamente al resto del movimiento obrero y demás sectores populares combativos, han librado en los últimos años, duras batallas por sus derechos y reivindicaciones económicas, sociales, políticas y culturales.
Esa lucha que significó reveses para las clases reaccionarias, también nos trajo represión de todo tipo, persecución y cárcel. En particular se nos agregó la intervención a nuestro Sindicato.
Las acciones desarrolladas hicieron tambalear permanentemente al régimen y lo obligaron a retroceder en muchas de sus medidas.
Entre ellas una muy importante: la devolución in mediata de cinco organizaciones obreras y la fijación de fechas de elecciones para varios gremios intervenidos, incluído el nuestro. El 17 de septiembre de 1971 debe ser fecha inlevantable para las elecciones de Luz y Fuerza.
Ese día será recuperado el Sindicato para los trabajadores.
Ese día, debe ser repudiada la intervención del Intruso Palacios, ignominioso títere de la Dictadura.
Ese día debe ser el triunfo de la Resistencia del gremio, de la práctica de una auténtica democracia sindical de bases, tal como siempre la hemos ejercitado: con edificio y sin edificio, con personería y sin personería, con sellos y sin sellos, inspirados y consustanciados únicamente, con el conjunto de los compañeros, exclusiva autoridad legítima y soberana, que en el campo sindical reconocemos.
2) Los diarios de Buenos Aires han publicado recientemente, noticias referidas a mi situación como Secretario Adjunto de la C.G.T. Regional Córdoba.
El diario “La Opinión” del 7 del corriente, señaló que renunciaría a ese cargo.
El diario “Crónica” del 8 del corriente, indicó que había renunciado al mismo.
Ambas noticias no corresponden a la realidad.
Aún desde la prisión, y mientras tenga el aval de mis Compañeros y del Plenario de Gremios Confederados, continuaré en ese cargo con la misma posición combativa de siempre.
Sigo sosteniendo, como reiteradas veces lo resolvió el Plenario de Gremios Confederados, como lo dije la noche del 13 de Abril, al ser consagrado el nuevo Secretariado de la C.G.T. Córdoba, que la Regional debía ser la expresión más fiel y auténtica, de la rebeldía que surge de las propias bases, vanguardia del movimiento obrero argentino, implacable censora del partipacionismo vergonzante, del dialogismo entreguista y del acuerdismo cómplice.
Y tengo la seguridad, que por encima de controvertidas circunstancias, la Regional Córdoba de la C.G.T., sabrá hacer honor a su más importante consigna: La lucha debe continuar.
3) La lucha debe continuar, porque:
El aumento de Salarios ha sido una burla, según las comprimidas estadísticas oficiales la carestía de la vida creció en 1970 un 22%. Para 1971, va corriendo y esta previsto un mínimo del 40 %.
Nos concedieron alrededor del 30 %, para “compensar” la pérdida de más del 60%.
Al 30 de Junio ppdo. la cifra oficial, de la suma para abastecer la canasta familiar, de un peón industrial, ya era de 66.700 pesos “viejos”.
Los Jubilados y Pensionados, reclaman el doble de sus remuneraciones actuales, impuestas en demagógica actitud por el titular de un utópico Ministerio de Bienestar Social.
También las propias estadísticas oficiales, señalan que la desocupación crece. Que los quebrantos comerciales baten todos los record. Que la usura se acentúa. Que las desnacionalizaciones prosiguen. Que las devaluaciones no paran. Que la veda de la carne es indefinida.
La Ley de Alquileres, se ha convertido en la Ley de desalojos masivos, y las familias más humildes van a parar a las villas miserias, que pomposamente se pretenden erradicar.
El Estado de Sitio continúa y la legislación represiva se ha agudizado al máximo.
Con la toga y con la espada, en un supuesto marco jurídico, el régimen usurpador defenderá encarnizadamente al sistema de explotación y opresión, contra todo tipo de luchas populares.
Centenares de presos gremiales, políticos y estudiantiles son mantenidos como rehenes en las cárceles.
Por todo esto y por tantos otros cercenamientos a los derechos del pueblo, la lucha debe continuar.
4) El régimen ha lanzado masivamente, una nueva y desusada propaganda de tipo deportivo-futbolístico-político:
“Ahora Ud. puede jugarse el gran partido”.
“Gran Acuerdo Nacional, un partido que debemos jugarlo todos”.
Los argentinos con dignidad, usando el mismo y desapropiado lenguaje, debe-mos responder:
“Ese partido no lo jugamos. El árbitro y los dos linesman no ofrecen garantías de imparcialidad”
“Con ellos dirigiendo y controlando, ya se sabe de antemano quién va a ganar”.
“Así no se juega limpio”.
5) En cambio conocemos que nuestro triunfo, el triunfo del pueblo argentino puede ir haciéndose realidad si todos los sectores populares, sabemos unir, coordinar y sumar los esfuerzos.
Con la acción común reivindicativa. Con la unidad en la acción y en la lucha. Con una mínima y fundamental identidad de objetivos para que el pueblo acceda verdaderamente el ejercicio del gobierno y del poder.
Trabajadores, estudiantes, campesinos, profesionales, fuerzas y militantes políticos populares, sacerdotes para el Tercer Mundo, sectores pequeños y medianos de la industria, del agro y del comercio, hombres y mujeres patriotas, de toda condición, actividad y militancia. Todos, componemos este pueblo agredido por la reacción, la oligarquía nativa y el imperialismo internacional.
Todos debemos unirnos para hacer efectiva la Justicia Social, la Soberanía Popular y la Liberación Nacional.
Nuestra historia lo reclama. Nuestros mártires lo testimonian. Nuestro compromiso debe materializar esa gran aspiración del pueblo.
Compañeras y Compañeros: por ahora no quiero extenderme más. Para concluir les agradezco infinitamente a Uds. y a todos quienes nos hacen llegar permanentemente su solidaridad, en estas horas duras y difíciles.
Mi Compañero de celda Raimundo Ongaro les transmite también su combativo reconocimiento y adhesión.
Compañeros y Compañeras:
¡Viva Luz y Fuerza!
¡Viva la Liberación Nacional y Social de la Patria!
Un gran abrazo y un emocionado saludo para todos.
AGUSTIN J. TOSCO