18 de junio de 1971.
“Electrum” N° 307.
CON
EL DEDO EN LA LLAGA: ¿A QUIENES MOLESTAMOS?
El sentido de estos artículos es señalar temas de gran actualidad, con nuestro propio análisis y denuncia o reproduciendo documentos que tengan ese mismo sentido.
Hay evidentemente una tremenda campaña contra el Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo. Campaña que a nuestro juicio no había sido enfrentada con la contundencia que era necesaria. No vamos a pecar de dogmáticos o eclécticos en la consideración humana hacia la conducta de cualquier hombre. Todos, hombres y mujeres, de cualquier condición y actividad, tenemos defectos e imperfecciones y las transferimos a las propias instituciones que constituimos. Pero de allí a confundir lo esencial con lo accesorio, lo permanente con lo contingente, lo principal con lo secundario hay mucha distancia y mucha mala fe.
Esta campaña no sólo usa de los resortes del propio país, sino que se liga internacionalmente. Por ejemplo en la actualidad un promocionado filósofo español, dicta conferencias en los más aristocráticos cenáculos de Buenos Aires y escribe extensos artículos en el Diario “La Nación”, donde so-pretexto de una vuelta a la teología ataca e ironiza sobre la vocación popular y renovadora o revolucionaria de los sacerdotes. Julián Marías no excluye de su filosofía las citas irónicas y malintencionadas. En su artículo “La figura del sacerdote ayer y hoy (IV)” publicado en el matutino citado dice al comienzo:
“PARA QUE ANDEN DETRAS DE TI”...
“Muchas veces recuerdo una frase ingeniosa y aguda de Quevedo: Para que se anden tras de ti todas las mujeres hermosas, ándate tú delante de ellas. Cuando se dice a las gentes lo que les gusta oír, lo que esperan que se les diga, es fácil que vayan detrás de uno, pero poco vale ese seguimiento. La misión del que habla a sus hermanos, especialmente la misión del sacerdote, no es decir lo que le gusta o se espera de él, no es ir delante de los deseos de los demás; es decir la verdad: la verdad revelada y lo que humanamente se cree la verdadera interpretación de esa verdad.” “Yo creo que no es buen camino la politización y la temporalización de los eclesiásticos. No me parece bueno que se adapten a los intereses políticos, a los intereses sociológicos de unos grupos o de otros, ni siquiera en nombre de esas masas anteriormente abandonadas, a las que tienen que volver, pero religiosamente, para servirlas con la verdad, no para adularlas ni para utilizarlas. No es bueno que acepten planteamientos extracristianos de problemas temporales.”
LAS MARCAS DEL SISTEMA
El sistema se escandaliza de los curas obreros. Los curas deben seguir como antes. Si hablan de los derechos políticos de las masas se salen de su función. Claro que si hacen política hablando y bendiciendo los actos oficiales, allí ya no hacen política, allí cumplen con su deber. Si van a las villas miserias ha llevar consuelo y a pedir resignación, allí cumplen con el deber de ser cristianos y preservar el sistema. Pero si van a hablar de los derechos de los pobres, de las injusticias del sistema, allí son subversivos, extremistas o cualquier cosa, menos curas.
Julián Marías quiere mantener las mareas del sistema sobre los sacerdotes. Busca el pretexto de no aceptar, ahora que la Iglesia del viejo tiempo haya proclamado y ejercido “la alianza del Trono y del Altar”, para tratar de cuestionar la nueva actitud.
Así lo dice concretamente: “Muchos eclesiásticos estaban deseosos de defender un orden político-social con el cual identificaron indebidamente, abusivamente, el cristianismo. Y entonces hicieron y dejaron hacer el gran vaciamiento del cristianismo, el cual perdió en enorme proporción su contenido propiamente religioso. Pues bien, yo creo que la última tentación, la que está germinando en algunos grupos eclesiásticos, en algunos sacerdotes, es hacer lo mismo, sólo que al revés”.
Es el revés lo que le importa a Julián Marías. Porque el derecho, la derecha, toda la clerecía entroncada en la política de la reacción, esa no la cita, no la presenta. Para impugnar esto, recuerda la Edad Media. Pero no recuerda a España 1936-1971.
En respuesta a todo el oscurantismo, a las injusticias y a la opresión, muchos curas comprometen con el pueblo una verdadera misión sacerdotal.
Y el reciente documento del 9 de Junio del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo, suscripto por el Padre Nasser, de Córdoba, es una respuesta clara, valiente, a la represión, al silencio que se les quiere imponer. Con nuestra adhesión y subtitulado por nosotros, lo reproducimos íntegramente.
¿A QUIENES MOLESTAMOS?
“¿Qué pasa con los ‘Curas del Tercer Mundo’? ¿A quiénes molestamos? Todavía no se han acallado los ecos de una campaña difamatoria, cuando ya se comienza a orquestar una nueva. Primero, la pretensión de implicarnos, a cualquier costa, en el secuestro y muerte del Tte. Gral. Aramburu.
Después, la burda acusación del Jefe de Policía, de Santa Fe. Ahora, la sospecha sobre los curas de Rosario y la fantasía de una reunión y una conspiración subversiva a nivel continental, publicada como ‘trascendido’, a pesar del reiterado desmentido por parte del gobierno del país en que se habría realizado.
LOS OBJETIVOS DE LA CAMPAÑA
“Los objetivos de estas campañas aparecen claros: dividir a la Iglesia, aterrorizar al pueblo con imágenes de curas asesinos, enemistar al Movimiento con el pueblo mediante un fantasma de un comunismo infiltrado gracias a la colaboración de ‘curas ingenuos’ y al mismo tiempo ‘idiotas’. Y como resultado final, el intento renovado de acallar una voz que desde el Evangelio denuncia constantemente las injusticias y la opresión”. Y hemos de reconocer, con dolor, que estas campañas han logrado a veces algún resultado.
Cuando por ejemplo, algunos Obispos y hasta el Cardenal Primado han emitido juicios acerca del movimiento que ni responden a la realidad ni aparecen fácilmente conciliables con los últimos documentos del Romano Pontífice y del Episcopado Latinoamericano y Argentino”.
SIN TEMORES
“Conocemos
nuestras limitaciones y la humildad del servicio que podemos prestar desde
nuestro ministerio, a la revolución (‘cambios audaces, urgentes y
profundos’) que es necesario hacer en nuestra Patria. Pero, con esa misma
humildad, nos atrevemos a asegurar que todas las campañas y amenazas no lograrán
atemorizarnos. Callarnos sería traicionar nuestro sacrificio. Callarnos sería
convertirnos en c6mplices. Callarnos sería colaborar a que la Iglesia no sea
luz, ni sal ni fermento.”
CINCO AÑOS DE “REVOLUCION ARGENTINA”
“Por eso, hoy como ayer, denunciamos: la arbitrariedad de los procedimientos que convierten a los ciudadanos que se atreven a ejercer su derecho de crítica al orden establecido, en delincuentes y presos políticos”; el esfuerzo cada vez más notable de convertir el Estado en un gigantesco gendarme que ha elegido la represión en lugar de las soluciones; el recambio de jerarcas que pretenden disimular el fracaso del régimen y la frustración de las esperanzas del pueblo que sigue siendo la única víctima; la farsa de las paritarias; los millones gastados para habilitar casinos (concesión que pretende sobornar la indomable rebeldía cordobesa) mientras en el mismo lugar se caen las paredes de los hospitales; el continuo aumento en el presupuesto de armamentos para el Ejército y la Policía, cuando nuestros únicos enemigos son la enfermedad, el analfabetismo y el hambre; los sueldos deficientes que después de grandes luchas y concesiones aumentan en proporción ridícula con el costo real de la vida.”
“Lamentablemente,
cinco años de ‘Revolución Argentina’ nos han servido para enfrentarnos en
el 1971 a un país exhausto en su economía, desilusionado en su espíritu,
permanentemente incitado a la violencia desquiciado en su política hasta el
punto que se llega a confesar que la única salida es la vuelta a lo que
anteriormente fue proscripto como ineficaz y fraudulento.”
ESPERANZA EN EL PUEBLO ARGENTINO
“Pero nosotros no hemos perdido la esperanza en el pueblo argentino.”
“No estamos sólo para denunciar sino también para tratar de avizorar los indicios que nos dejan pensar en un futuro.”
“Sabemos que hay hombres y grupos que trabajan incansable y seriamente para que, si realmente el gobierno vuelve al pueblo, éste no sea nuevamente frustrado. Queremos alentarlos y a pesar de lo riesgoso de su tarea, nos sentimos comprometidos con su búsqueda y sus realizaciones desde nuestro ministerio sacerdotal que constituye el servicio específico que nos hemos propuesto y nos sentimos obligados a brindar a nuestra Patria.”
TENEMOS LA SEGURIDAD
Así como lo dice el Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo tenemos la seguridad de un compromiso cierto y responsable. Y la cuestión no es la ironía y el oportunismo de Julián Marías en una cita de Quevedo. La cuestión es que con tales posiciones no se cosechan mujeres hermosas, sino críticas, difamaciones, insulto, persecución y cárcel.
Y cuando el compromiso hacia el bien y la justicia pasa por ese camino de esfuerzo y sacrificio, los enemigos del pueblo, los reaccionarios y explotadores, por más filósofos que sean, irán a parar con su filosofía al fondo de la historia, derrotados y repudiados por el pueblo.
UN COMPAÑERO
(Seudónimo de Tosco)