15 de Junio de 1971

Semanario independiente — “CUESTION”

Año 1 N° 13 

CARTA DE AGUSTIN TOSCO A

ATILIO LOPEZ - CGT CORDOBA 

Buenos Aires, 12 de Junio de 1971

Instituto de Detención U. 2 - Villa Devoto.

Compañero Secretario General Atilio López

Compañeros del Secretariado de la Regional Córdoba - C.G.T.

Estimados Compañeros:

                            Al cumplirse un mes y medio de mi detención, me dirijo cordialmente a ustedes esperando que se encuentren bien en el constante y sacrificado trabajo al frente de la C.G.T. de Córdoba.

Yo sigo en la mayor medida de mis posibilidades el curso de los acontecimientos en Córdoba y en el país, especialmente en lo que se refiere al movimiento obrero.

He leído sobre la absurda afirmación de Lanusse en el sentido de que en Argentina no hay presos sociales y que los que están detenidos bajo la acción de la Justicia o a disposición del Poder Ejecutivo, lo están por perturbar el orden y la paz del país.

Resulta evidente que quiere desembarazarse de la permanente denuncia popular que acusa al régimen de opresión de vulnerar constantemente con atropellos y persecuciones, su pretendido y proclamado respeto a los derechos de los trabajadores y del pueblo.

Pero no es con groseras distorsiones de este tipo con que van a convencer a la opinión pública nacional e internacional. En el resto de su discurso queda desnuda la caótica situación del país y la responsabilidad ineludible que les cabe a las tres etapas de la mal llamada Revolución Argentina como principales causantes del gran desastre nacional.

Si se toman algunas partes solamente del texto difundido oficialmente, de las preguntas y respuestas de la Conferencia de Prensa, puede acotarse sintéticamente, según el orden enunciado, lo siguiente:

1) Exhortación a Córdoba. Dijo Lanusse:

 “Y sin querer recargar la atención con más conceptos, permítanme recordar este párrafo de la proclama que Juan Martín de Pueyrredón dirigiera al pueblo de Córdoba y que está también transcripta en la “Gazeta de Buenos Aires”: Olvidemos la historia de los últimos tiempos y ocupémonos de hoy en adelante del porvenir y de conservar nuestra soberanía.”

2) Devaluaciones. Dijo Lanusse:

“Sobre el particular, entiendo que el Presidente del Banco Central ha hecho manifestaciones suficientemente explícitas. Creo recordar que ha expresado que se continuará con la política de la llamada minidevaluación. En este momento el presidente de la República no está en condiciones de decirlo hasta qué límites se va a llegar.”

3) Salarios. Dijo Lanusse:

“En materia salarial o en materia de precios, en oportunidad de recibir a la C.G.T. y también a las entidades empresarias les expresé mi aspiración de que, superada la etapa de las paritarias, teníamos todos que ir pensando en establecer acuerdos sobre procedimientos y conductas para poder concretar lo que di en llamar una tregua. A nadie beneficia repetir a breve plazo, o a corto plazo o a mediano plazo, como queramos llamarlo, la experiencia de este alío.”

 4) Reservas Monetarias. Dijo Lanusse:

“Eso es lo que he tratado de hacer cuando he manifestado con toda franqueza que la situación actual no es cómoda ni holgada.”

5) Interior del País. Dijo Lanusse:

“No califico de escepticismo la situación en el interior, sino de un fastidio o de una alergia, como quieran llamarlo. Estamos reclamando de todos los funcionarios del gobierno, de todos los niveles, que presten atención a ese problema que, en muchos casos, está plenamente justificado y así no debe ser.”

6) Alquileres. Dijo Lanusse:

“Veremos oportunamente que, con la aplicación de las medidas que están en trámite, no estamos contribuyendo con un factor mas de perturbación de la tranquilidad y del orden del país.”

7) Medicamentos. Dijo Lanusse:

“Respecto de los medicamentos estamos empeñados en esa batalla. Confieso que hasta ahora no hemos encontrado la fórmula”.

8) Plan Siderúrgico. Dijo Lanusse:

“La marcha del Plan Siderúrgico presenta algunos problemas como consecuencia de inconvenientes que han tenido algunas de las empresas que son parte fundamental de ese plan.”

9) Veda de Carne. Dijo Lanusse:

“No descarto que se adopte alguna resolución para limitar la veda, es decir para parcializarla.”

10) Vergüenza. Dijo Lanusse:

“Hasta diría que es la vergüenza que sentimos por no haber procedido con más acierto. En manifestaciones públicas, en discursos que he dicho, creo haberlo manifestado con toda claridad.”

Como podemos apreciar, todo un fárrago de respuestas indefinidas en materia de soluciones, pero muy elocuentes en cuanto a la existencia de tremendos problemas económicos y sociales que agobian al país.

Y es allí, en medio de toda esa artificialidad, cuando se refiere a que los dirigentes gremiales no están presos por tal condición, sino por perturbadores del orden y de la paz del país.

Como esa aseveración me alcanza, voy a refutarla, ratificando que estoy preso, por Decreto de Lanusse y de Mor Roig, por ser un dirigente gremial que responde con la máxima sinceridad y autenticidad al mandato de las bases obreras. Porque no acudí a mi gremio ni a la C.G.T. a sentarme a calentar sillones, sino que en cuanta asamblea o reunión se hizo de trabajadores, fui con el único nivel que tengo, el de trabajador, a elevar la solidaridad, el apoyo, el estímulo del movimiento obrero a las reivindicaciones y a la acción o a la lucha aprobada en cada oportunidad.

Porque jamás hice de cómodo intermediario entre las patronales o el Estado con los trabajadores, arrimando fórmulas de tercero, sino que asumí mi parte obrera sin ningún tipo de componendas o claudicaciones. Porque en cada conflicto no me limité a hablar de las estrechas responsabilidades de un patrón o de un funcionario, sino de las amplias e ineludibles responsabilidades presentes e históricas del régimen y del sistema. Porque cada vez que los trabajadores salieron a la calle, no busqué la impunidad de una oficina sino que marché al frente de los mismos.

Porque cuando sufrí persecución y cárcel, amenazas y allanamientos, no corrí a refugiarme bajo el amparo oficial, sino que formulé las denuncias, afronté los riesgos y soporté la prisión manteniendo mi integridad de espíritu.

Porque cuando los partipacionistas de Luz y Fuerza de Buenos Aires sancionaron con la suspensión injusta y arbitraria a mi gremio, los desenmascaré ante  el país como apéndices del sindicalismo amarillo y cómplices de la penetración del imperialismo yanqui en Argentina.

Porque cuando la Dictadura de Onganía intervino a mi gremio, no me quedé callado ante los intrusos que aún usurpan la legítima representación sindical en Luz y Fuerza de Córdoba.

Porque siempre viví de mi trabajo o de la sagrada solidaridad de mis Compañeros cuando estoy preso, y siempre repudié a los profesionales del sindicalismo, muchos enriquecidos con el sudor y las lágrimas de sus propios hermanos de clase.

Porque proclamo, porque trabajo y porque lucho para cambiar el sistema.

Porque siento, sé y denuncio a esa minoría que vive en la holganza, sentada sobre una montaña de privilegios, de poder y de placeres, mientras hay millones que sólo pueden subsistir en un abismo de miseria, de explotación, de sacrificio, padeciendo las más negras necesidades nunca satisfechas.

Por eso dice Lanusse que soy un perturbador del orden y la paz social.

Pero todos los detentadores del poder usurpado, todos los sostenedores y usufructuarios de un sistema inhumano, deben saber que hoy vivimos en un país y en un mundo, donde ya no hay vendas que puedan tapar los ojos de los que quieren ver; donde ya no hay mordazas que puedan hacer callar la voz de los que quieran gritar; donde ya no hay represión que pueda doblegar a los que están dispuestos a vivir de pie.

Compañeros del Secretariado: la Clase Trabajadora de Córdoba. Todos los sectores populares y luchadores de Córdoba. Todos saben que esto es así. Y no sólo con respecto a mi situación, sino a la de todos los presos gremiales, estudiantiles y políticos. De todos aquellos que de una u de otra manera luchan por la liberación nacional y social de la Patria. De todos los argentinos que queremos entrañablemente a nuestra tierra. De todos los argentinos que, como justamente lo ha señalado el Secretariado de la C.G.T. Córdoba, hacen una clara meta de “la lucha antiimperialista hacia el socialismo”.

Sin otro particular saludo a los Compañeros del Secretariado y demás Compañeros sindicalistas de Córdoba con una fuerte y fraternal abrazo.

AGUSTIN TOSCO